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Una hermosa mañana, Pepe el Gigante se coló en el pueblo con la ayuda del pequeño Roblin el Duende y su hechizo de invisibilidad. Cuando la magia se agotó, todos los guardias se alarmaron. El gigante no quería pelear, pero no dejaba de gritar: "¡Amigos!". Roblin explicó que Pepe no era una amenaza para el pueblo. Solo quería vivir con su pequeño "amigo".
Altura: 4,7" (120 mm) Base escénica de 50 mm Roblin el Duende opcional
